25/02/16
*Por María Fernanda Guevara Riera
*Por María Fernanda Guevara Riera
Filósofa
He tomado de Javier Muguerza (FCE, 2006) la tonalidad anímica que acompaña mis entregas. Dicha tonalidad anímica me embarga y desde ese pathos escribo. Esto es así porque frente a la debacle de los “grandes relatos” me encuentro perpleja: la posibilidad efectiva de los múltiples usos de la razón y de los múltiples léxicos que de allí se derivan puede traer consecuencias prácticas que no son prometedoras para nosotros los latinoamericanos. Esto quiere decir que ya no contamos con un único discurso que nos unifique y re-signifique desde una noción sólida de bien compartido y, que además, nos permita dirigir el “curso de la historia” de los pueblos y menos de las historias personales.